Soy tu fotógrafo, el de las bodas gamberras
Por fin me he decidido a comenzar un blog sobre boda. He tenido siempre muchas dudas sobre si tenía algo que aportar en un mundo que está tan saturado de información, momentos idealizados, cantidades ingentes de fotografías de novios colocándose los gemelos o de novias con un lápiz en los ojos en el momento de su maquillaje.
Es evidente que, en un mundo tan estandarizado, yo, como fotógrafo también realizo este tipo de fotografías…vaya a ser que pueda parecer un loco peligroso que me dedique a romper los cánones establecidos.
Pero tengo que decir que es una firme intención, la de intentar enseñar otros puntos de vista de una boda, la de contar intrahistorias de las parejas que me contratan y sobre todo y lo que considero más importante, mostrarte las cosas de alguna manera en la que se pueda empatizar con lo vivido.
Estoy pensando que, para poder ayudar un poco más, a las personas que lean este blog, intentaré dar la visión sobre cosas que molan en las bodas. Muchas veces las parejas estáis llenas de dudas sobre vuestra boda, es evidente, solamente os casáis una vez en la vida y como en cualquier proyecto que nace, en este caso, una boda, hay millones de cosas que organizar, miles de detalles en los que pensar y siempre queréis que salga todo perfecto…como debe ser.
Pero bueno, esto va de acción…¿o no? ¿A qué viene eso de bodas gamberras? ¿Por qué no hacer una boda clásica como otra cualquiera? ¿Por qué no seguir los patrones establecidos y hacer lo mismo que todos los demás fotógrafos de boda?
Yo creo que la pregunta se responde solita…pero ahí os suelto mi discurso y vosotros veréis si os cuadra o no. Creo que siempre que comenzamos una historia con nuestra pareja nos consideramos diferentes, nos consideramos únicos y que esa conexión que hay entre ambas partes es algo totalmente especial que nadie en el mundo tiene. Pues siento deciros que es verdad.
Y es que cada pareja es especial, única y diferente…y no porque lo intente sino porque de base se es, pero nos empeñamos en ser iguales a todos los demás. Y la intención que yo tengo cuando fotografío una boda, es precisamente, que os acordéis para toda la vida que sois únicos, especiales y diferentes.
Y en estos casos siempre aludo al mismo concepto. Cuando pasen treinta años y tus hijos revisiten las fotografías de vuestra boda, ¿qué queréis que se encuentren allí?